Destino Inexorable
Los
años van, los años vienen; y en el camino no se detienen. Está escrito,
literalmente, en las estrellas (El sol es una estrella y por la rotación de la
tierra en torno a el, definimos el tiempo). Así ha sido y así será hasta el fin
de la historia. No podemos cambiar eso, pero sí podemos cambiarnos a nosotros
mismos. Para la inmensa mayoría de las personas, el iniciar un Nuevo año es
sinónimo de empezar de Nuevo, de otra oportunidad para hacer las cosas bien, de
cambio, de buscar otras formas de ser felices. Usan el cambio de la fecha como
un detonante psicológico, como un gatillo mental. Personalmente creo en vivir
día a día y no trazarme metas demasiado lejanas, cada 2 o 3 meses hago la
evaluación pertinente y veo lo que me falta, analizo las fallas y trato de
solucionar los problemas que se hayan presentado. Por otro lado, hay gente que
no se preocupa con esto. A la que como se dice popularmente : “ni le va, ni le
viene.” Y no se hacen ningún tipo de meta u objetivo, no tienen sueños, no
creen en desafíos y como consecuencia no progresan. Ya sea que te encuentres en
cualquiera de los 3 grupos mencionados, la realidad es que el tiempo es
inexorable, pasa y no regresa, y si perdiste la oportunidad en algún momento,
es dificil que la vuelvas a tener exactamente igual después. La naturaleza está
en constante cambio, todo está en movimiento. Desde los planetas hasta los
átomos, desde los organismos unicelulares hasta el universo, nada está
estático. El movimiento es sinónimo de vida. Solo lo muerto está detenido. Solo
lo inanimado está sin movimiento.
Y
fue ese mismo movimiento el que nos trajo a ti y a mi hasta aqui, hasta ahora,
a las puertas de un 2015 que se veía tan lejano. Ya nos cayó encima y con el
vienen nuevos desafíos, nuevas metas a alcanzar, por supuesto que nuevos
problemas y también nuevas luchas. Lo importante va a ser la actitud con la que
los enfrentemos. Eso va a determinar mi destino y el tuyo. La gama de
posibilidades es infinita y cada una te llevará a un final diferente. De las
decisiones que hagas va a depender el resto de tu vida, porque el artífice de
tu destino eres tú, el arquitecto de tu vida y el capitán de tu propio barco.
Las circunstancias externas o las personas solo te van a afectar o a favorecer
de acuerdo a cómo las sepas encajar en tus decisiones, a como las puedas hacer
piedras de tropiezo o peldaños de superación. De ti depende el rumbo que tu
vida está llevando hasta ahora y en el futuro. Dios está ahi pero El no hace
que las cosas pasen o dejen de pasar. Eres tu mismo o misma quien con sus
decisiones está pintando la acuarela de su destino. Dios solo te da el lienzo
en blanco. Tú le pones los colores.
Hay
un texto bíblico que siempre me ha llamado la atención y en el cual medito
cuando me encuentro como hoy, en los umbrales de lo desconocido, una nueva
etapa en la vida, un año que empieza con una página en blanco. Se trata de
Deuteronomio 30:15 “Mira que he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la
muerte y el mal.” Es apropiado para hoy. Delante de nosotros se encuentran dos
caminos, dos posibilidades, que van a desarrollarse según nuestras elecciones.
Dios nos dice que ambos caminos están frente a nosotros, listos a ser
recorridos. Y en el verso 19 es mucho más enfático y nos da un consejo: 19 “A
los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues,
la vida, para que vivas tú y tu descendencia.”
Dios
no puede decidir por nosotros, Dios no puede vivir nuestra vida y tomar
nuestras decisiones. Lógicamente el quisiera, pero no puede. Existe algo que se
llama “Libre albedrío” la libertad de elección contra la cual ni las fuerzas
del bien ni las del mal tienen poder. Esa libertad de elección está hoy en tus
manos y en las mías. Lo que nos suceda será solo la consecuencia de haber
tomado un camino. Sin embargo, el Señor no nos deja solos a nuestra suerte, nos
da un consejo : “Escoge, pues, la vida
-nos dice- para que vivas tú y tu descendencia.
Los
planes que Dios tiene para tí son enormes, lindos, buenos desde todo punto de vista, llenos de éxito.
Pero a ti te corresponde elegir. No existe algo tan siniestro como la
predestinación en donde no hay control sobre lo que pase en nuestra vida. Cada
uno de nosotros es responsable de elegir.
Escoge pues, la vida. Es el consejo del Altísimo. Hoy, a las puertas de un Nuevo año, cuando la
página está aún en blanco, Dios te dice, escoge la vida, si quieres. El no
puede decidir por ti, tus amigos no pueden decidir por ti, tus padres no pueden
decidir por ti, tus hijos no pueden decidir por ti. El único o única que puede
hacerlo eres tú y nadie más que tú. Recuérdalo siempre.
Y
tú? Qué harás mañana?
Feliz
Año Nuevo 2015
1 comentario:
Saludos, este es mejor que el anterior.
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